Una de las cosas que mas disfruto y amo de la vida después del Ayurveda, es viajar, la vida me lo ha concedido. Desde muy tierna edad tuve la oportunidad de viajar y vivir en otros países, comenzando con Rusia donde mi padre cumplió una misión diplomática.
Desde niña he sido una persona curiosa y sobre todo preguntona, siempre ha llamado mi atención todo lo que me rodea y esa misma curiosidad fue la que me acompaño en mis paseos por Moscú.
Recuerdo la juguetería creo que se llamaba «El Mundo de Los niños» y más que todo recuerdo que en esa época del comunismo en esa nación tu te ponías en una vidriera y luego mirabas para atrás y estaban muchas personas tratando de ver lo que tú estabas viendo, puedo decir que con mis hermanos jugábamos haciendo esto, (éramos muy pelusas).
Nosotros por la condición de mi padre (diplomático) teníamos ropa comprada por catálogo en Alemania o Suiza y el resultado era salir a la calle y recibir pequeños pellizcos para sentir la tela; pero puedo decir que me encantaba la gente, los gorros de piel (shapka), los abrigos, parecíamos osos polares con ellos, por supuesto yo tenia uno de color blanco y un buzo de nieve rojo que me ayudo en la aventura que les cuento a continuación.
Recuerdo vívidamente cuando fuimos a las Dasha (casas de campo) a esquiar, patinar en el hielo hasta que mis dedos se congelaban, lo mismo que a mis hermanos, pero también recuerdo el haberme perdido en esa inmensidad del Volga congelado, mi madre y padre locos en busca de este punto que siempre se metía en problemas, por curiosa o por quedarse a conversar y querer saber de todos, como ven me encontraron, no perecí congelada en la inmensidad del Volga, diríamos que viví para contarla.
Volga + Pista de Hielo + Libertad Emocional
Creo que todas estas experiencias en el mundo, (siendo esta una de las primeras) hicieron que yo vea y viva la vida desde otra perspectiva.
Claro que la vida se encargo de mostrarme que no todo era como aquel poema que un día escribí sobre un elefante rosado volador, pero les puedo asegurar que la libertad emocional empezó el momento en el que me dedique a buscar siempre en mi interior y sobre todo entender que todos tenemos problemas y tenemos que saber de forma creativa como arreglarlos, aunque ustedes crean que no , yo si creo que el ser humano es muy creativo si no cómo da solución a tantas cosas.
Yo me perdí en el Volga congelado y tenia solamente cinco años, pero ya comenzaba a tener las herramientas para poder encontrar el camino a casa, ese camino es el que busco cada día cuando siento que nuevamente me siento perdida, recuerdo que ni el Volga me paro, entonces digo, busca , busca dentro de ti, ahí reside lo que tanto buscas o lo que tanto deseas saber, así ha sido la mayor parte de mi vida.
Siempre seguiré siendo esa niña de cinco años que aprendió a encontrar la casa, aun con frío o con el riesgo de que llegue la noche y el frío traicione su inocencia, siempre seré una superviviente mientras esté en este mundo, y sabes porqué? por que sin importa que pase, siempre se encuentra el camino a casa. Nunca olvides que tu eres ese camino y ese camino eres tu.
Confía en tu GPS y dejate guiar por lo más intimo, lo más profundo de ti, esa voz que jamás te deja, que siempre te acompaña.