Alternando el uso de compresas calientes y frías para las articulaciones podemos aliviar el dolor articular.
El tratamiento con calor ayuda a disminuir el dolor, mejorar la circulación y relajar los músculos y articulaciones de la zona.
El tratamiento con frío ayuda reducir la inflamación y adormece la zona alrededor de la articulación afectada.
- Enrollar ambas compresas en toallas separadas antes de utilizarlas (no deben aplicarse directamente sobre la piel).
- Colocar la compresa caliente sobre la zona afectada durante unos 3 minutos.
- Retirar la compresa caliente e inmediatamente colocar la compresa fría en su lugar durante 1 minuto.
- Repetir el proceso durante 10-15 minutos varias veces al día.
Nota: No utilizar terapia de calor si la zona afectada está caliente, roja o irritada. Tampoco utilizar terapia de frío en caso de tener problemas circulatorios.
Puedes considerar también el uso de la siguiente receta.